jueves, 1 de noviembre de 2012

¡Juventud...divina esperanza! VI
Argentinazo Cívico por los jóvenes.


Nota extraída de Página 12.                                            Mi opinión, al final del artículo.

Por Miguel Jorquera
Con un quórum ajustado, el kirchnerismo y sus aliados convirtieron en ley el proyecto que otorga derecho a voto a los jóvenes de 16 y 17 años casi sobre la medianoche. Con 131 votos a favor, 2 en contra y 1 abstención, se aprobó la norma que incorporará cerca de un millón y medio de jóvenes al padrón electoral para las elecciones legislativas de 2013. Toda la oposición se retiró del recinto poco antes de los cierre de los jefes de bloque, luego de la intervención del líder de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, que replicó duramente los cuestionamientos de la oposición.
Es así como se amplía la democracia con la que se constituirá la República: con instituciones que respondan al voto y la soberanía popular, no a las corporaciones de siempre, que se disfrazan de República, reservándose privilegios para ellas, para muy pocos, y no beneficiando la vida común de la totalidad de nuestro pueblo”, sostuvo Diana Conti, al abrir el debate como miembro informante del proyecto del bloque oficialista. “Ni oportunismo ni demagogia”, continuó Conti para afirmar que los jóvenes de las organizaciones kirchneristas y enumeró una por una a todas las organizaciones, irán “a la conquista de ese voto, pero no podemos hacerlo porque ustedes no tienen organizada su militancia para conquistar el voto juvenil y se niegan a ampliar un derecho político como el que estamos tratando”.
La ley que habilita el “voto joven” se aprobó con 131 votos a favor, 2 en contra y una abstención.
Preocupado por reducir la lista de oradores, el kirchnerismo priorizó las intervenciones de sus jóvenes diputados para replicar los argumentos opositores. “El objetivo del proyecto es la ampliación de derechos y la participación popular, porque si no la democracia se vuelve burguesa”, arrancó Anabel Fernández Sagasti. La joven diputada e integrante de La Cámpora les espetó a los radicales que “cuando gobernaban Mendoza cerraban los colegios porque no le daban ni calefacción”, agregó que con el Pro “la batalla es ideológica porque margina a las mayorías” y que el FAP tendrá que responder a sus propios militantes juveniles: “Ahora pasarán a llamarse Frente Apolítica, porque abstenerse es negar a la política”.

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   Obviamente que la nota es más extensa, pero para no dejar el post un tanto denso, copié lo que me pareció más importante.
   El Gobierno argentino y sus legisladores, han dado otro paso muy importante en favor de darles a los más jóvenes, la oportunidad de politizarse con más interés, ya que ahora se trata de votar. Muchachos que dejan la niñez con natural ansiedad, pasando por la pubertad y entrando en la adultez. Y nada más enorgullecedor, que poder discutir de política con sus mayores; de poder militar en sus partidos con voz y voto, y ya no como el pibe de los mandados.
  No hay a esa edad, algo tan enaltecedor (lo sé por experiencia propia) que aprender a recorrer los meandros de la política. En mis tiempos, solo podía votar en el Gremio Estudiantil, por los delegados y dirigentes; la militancia en mi querido Frente Amplio, no podía ser más profunda, por mi corta edad. Pero la juventud de Cuba; Nicaragua; Ecuador;  Brasil y ahora Argentina, tienen la suerte y el privilegio de ser tratados y respetados de igual a igual, con sus mayores.
   Para aquellos que sostienen tercamente, que en Venezuela impera la dictadura de Hugo Chávez, es bueno que sepan que la posibilidad del voto desde los 16 años de edad, se discutió en 2007, pero no llegó a aprobarse. Esto también es buen ejemplo para los que sostienen que los gobiernos que implementan esta modalidad electoral, pretenden con ello perpetuarse en el poder. Algo que resulta absurdo, pues la pretensión no es permanecer eternamente encabezando la máxima administración, si no seguir siendo candidato a ella, a lo que todo ciudadano debe tener derecho en una verdadera democracia. Los que niegan ese derecho, aparecen como fundamentalistas de la alternancia de candidaturas, algo risible y/o dictatorial. Los que perpetúan en el poder a esos candidatos, son los votantes, o sea, la mayoría del pueblo que fue a votar.
   Nuestra querida juventud suramericana está de parabienes, y los que confiamos en ella, los que la amamos y valoramos como lo que realmentes son: Energía renovadora de la sociedad, que quiere comprometerse con la substancia de los grupos humanos de los que forman parte, también lo estamos.
   A partir de este siglo XXI, la juventud comienza a despertar del nock-out político que las clases dominantes le asestaron, con armas tan sutiles y peligrosas como la TV (con sus idiotizantes programas de tendencia dominante); los juguetes electrónicos, cada vez más modernos e hinoptizantes; las drogas con precios al alcance hasta de los más pobres (que destruyen cerebros, familias y dignidades). Esta juventud está comenzando a entender el por qué de esas malévolas incitaciones a la estupidez, al individualismo y al desprestigio de los valores morales elementales, para un crecimiento profesional, intelectual, social y personal.
   Una vez inmersos en la vida política, sus conocimientos se amplían de tal forma, que ya nadie va a poder convencerlos de tomar decisiones que sean perjudiciales para su futuro.
   Lo primero que me gustaría recordarles, es que La unión hace la fuerza. Por eso, la bandera de la Unión Sudamericana, no puede dejar de flamear, ni un instante. 

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  Walter E. Carena
  Twitter: @wcarena
     

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