La estrategia del capitalismo neoliberal para Latinoamérica...
   

    

Un esquema casi invisible.

  La estrategia  aparece como vencedora, ante su rival: la coherencia.

    Porque, hagámonos la siguiente pregunta...¿qué es más relevante, el nivel de corrupción de los gobernantes, o lo que estos hacen, o hicieron, por equilibrar la balanza de la justicia social?

    Quienes opten por opinar que la primera opción es la más importante, o han estado siempre en una posición socio-económica muy privilegiada, o son opositores radicales que no admiten ni aceptan que sus rivales logren llevar a cabo políticas que favorecen a la mayor parte de la población, la que todos sabemos que en nuestros países, esa población mayoritaria pertenece a las clases "C" y "D", o sea, a usted y yo.

    La muy trillada modalidad, llamada "corrupción", ha estado implícita en la humanidad desde que se crearon las escalas de poder político (económico y social), hace miles de años. Los intentos por curar esa "enfermedad", han sido siempre infructuosos, al menos que se quiera continuar viviendo en el sistema de escala de poderes. Y lograr esa utopía, sería como vivir en la selva, a lo Tarzán, dependiendo apenas de la madre Naturaleza, la única entidad que es inmune a esa "enfermedad".

    Si alguien sostiene, que conoce una sociedad que no esté contaminada con ese virus, por favor, publique en el apartado para comentarios, un link que contenga pruebas irrefuctables de ese "paraíso" terrenal.

    El solo hecho de pretender ser un mandatario en Latinoamérica, ya lleva en su "organismo" ese virus, que sabe perfectamente como burlar a los anticuerpos que lo acechan: Si no hace parte del esquema, quiere decir, del ADN de la política, nunca podría gobernar un mandato completo. Salvo, rarísimas excepciones.

Presidentes que no dejaron deudas sociales ni económicas.

    

   La estrategia neoliberal capitalista, se basa en utilizar al Poder Judicial y a la Prensa amarilla, para revertir el concepto que amplísimas mayorías criollas y  extrangeras tenían de estos líderes gobernantes, de héroes populares en delincuentes sociales, con el objetivo de no solo sacarlos del poder, sino asegurarse de que nunca más regresarían.

   Cuando el coronel Hugo Chávez llegó al poder mediante elecciones limpias y democràticas, se generó el efecto dominó en los países vecinos, pues los logros de orden social fueron tan grandes, que los demás  líderes se convencieron de que era ese el camino para luchar contra la injusticia social. Un efecto dominó que alertó a los mega-empresarios de las multinacionales instaladas en el Cono Sur; no temían perder ganancias, sino el ganar menos, tal ha sido siempre su codicia y procedres anti-humanistas.

   Todos aquellos que deseamos y luchamos por la defensa de la Justicia Social, no debemos preocuparnos por lo que los grandes medios pregonan de nuestros líderes socialistas gobernantes, diciendo qué hicieron en materia de corrupción nunca comprobada con pruebas materiales (videos; firmas en documentos; grabaciones de voz o detenciones in-fraganti), porque las acusaciones, aunque sean de cientos de "testigos", son apenas pruebas circunstanciales, o sea, pruebas subjetivas, y en ninguna sociedad que se precie de civilizada y de buena moral, se condena con esas pruebas.

   Hasta para el menos informado, resulta fácil hacer comparaciones y deducir si este post tiene, o no, la razón de su lado: ¿Cómo era el diario vivir, y el grado de espectativa de la realización de sus sueños socio-económicos, antes de 1998? ¿Cómo lo fue durante ese año, y 2014? ¿Cómo están esos parámetros hoy en día?

   Las generaciones más nuevas no vivieron, o no recuerdan el período pre-1998; es natural que hoy crean las patrañas de los medios, y no detecten sus intenciones; pero están viviendo bajo gobiernos neoliberales, y no podrán evitar compararlos con los que vivieron desde niños... en ellos, radican las esperanzas de los millones de habitantes honestos y trabajadores de nuestro continente. 

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Walter E. Carena

Twitter: @WCarena