miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Libertad de Expresión....? II
 Respuesta a Carlos Santiago, periodista uruguayo del suplemento "Bitácora", en su artículo "La democrática tensión entre Prensa y Poder", del 29/10/2012.
 
Imagen extraída de "Bitácora"

   Lo que nuestro ilustre periodista no dice, es que la Prensa (Opositora; Anarquista y/o Sensacionalista), es lo que frizo en la primera parte de este post , decicado especialmente a la "Libertad de Expresión" Mediática. Me refiero a los abusos de la retórica maquillada y muchas veces mentirosa, que pretende que todo lo que diga, sea verdad o no; sea sensacionalista o no; sea mentira, o no, tiene que ser una sacrosanta verdad, quién tenga sentido crítico o contradictorio, es un enemigo de esa Libertad.
  El que transmite la Noticia, el que la difunde, debe ser absolutamente imparcial - dar el informe y nada más -. Sin opinones propias, sin gesticulaciones inductoras, debe limitarse apenas a dar la noticia. Esta premisa, no es una impocisión  arbitraria, ya que existe la posibilidad de la creación de programas específicamente orientados a debatir, discutir y opinar esas mismas noticias, las que podrán ser, o no, aceptados por el gran público, como lo es este medio del que extraigo mis argumentos. El problema, es que no son dirigidos a todos los lectores, oyentes o televidentes, si no a aquellos que prefieren profundizar sus conocimientos en política. Es decir, no tienen tanto público. 
   Tal vez sea por eso, que los informativistas son, en muchos casos, presionados a emitir opinones en contra de las medidas que la clase política crea, y que hiere los intereses de los propietarios de los medios y/o a las empresas que las sustentan a través de la publicidad más costosa.
   El Sr. Santiago, se suma a las legiones que están empeñadas en debilitar el Bolivarismo, y por consiguiente, la Unión Sudamericana, al poner como ejemplo negativo los Gobiernos que lideran el nuevo Socialismo del siglo XXI: Ecuador y Venezuela.
  Soy lector asiduo de este suplemento, al que considero uno de los mejores semanarios de nuestra América, en materia de información plural y objetiva. Es más, vuelvo a recomendarlo a quiénes desean informarse seriamente sobre Alta Política Regional y Mundial:
www.bitacora.com.uy. Lo que no quiere decir, que siempre deba estar de acuerdo con lo que los prestigiados periodistas y columnistas que escriben en él, opinen y divulguen.
   Es precisamente por lo que el autor a intitulado este artículo, "La democrática tensión entre Prensa y Poder" que me tomo la libertad de dar esta respuesta, con la humildad de un simple ciudadano sudamericano, que quiere mostrar detalles que permanecen ocultos en la información. 
  Walter E.Carena
  Twitter: @wcarena   


 

 
¿Qué  libertad de expresión....?

   
       Imágenes extraída de Google


   En el día de ayer (30/10), en la red Globo vi la noticia de que estaba reunida la asamblea de la A.I.R (Asociación Internacional de Radiodifusión)  en Montevideo - Uruguay. Quise ampliar mi información buscando la noticia en RT y Telesur, y no la encontré - no quiero decir que no la hayan divulgado, simplemente, que cuando la busqué, no tuve la suerte de encontrarla - ¿Me dá la impresión, o no se le dió la importancia debida en estos medios?
   Vi y escuché a la representante del Comité de la Libertad de Expresión, Ana María Urrutia (¿Qué Libertad de Expresión?, que yo sepa, esa libertad existe en todos nuestros países).
   Ella expresó que lo que más le preocupa es "la represión disfrazada de democracia", lo dijo así, con total desparpajo; lo que acaba siendo una ridícula auto-contradicción, porque si se atreve a hacer esa absurda acusación a cara descubierta, y nadie ni siquiera la reprende, es una clara evidencia de que la libertad de expresión existe (hasta rayar el libertinaje). "Cuando menos se lo espera, - continuó diciendo - el modelo de Venezuela se convierte en epidemia, donde el Gobierno controla más de la mitad de los medios de comunicación. Ya pasó por Ecuador y Argentina, y puede llegar a otros países".
  
  Yo le pregunto a esa señora: ¿Y qué hay de malo o antidemocrático, que el Gobierno posea la mayoría de los medios de comunicación ? - esto último, es lo que está por verse -. ¿De qué Libertad de Expresión está hablando?, porque si se trata de la libertad en general, está diciendo tonterías; y se trata de la de Información, permítame aclararle Sra. Urrutia, que no hay país con mayor libertad de expresión que en Venezuela - y Ud. lo sabe, por tanto, por lo que se desprende de sus afirmaciones, está mintiendo. Y mentir a cámara y micrófono abierto, es precisamente lo que se intenta combatir en los países por usted nombrados.
  Esa forma agresiva, invasiva y descarada de mentir, exagerar, y tergiversar lo que la clase política manifiesta, no es otra cosa que un burdo libertinaje de la información. Es un abuso de confianza por parte de los medios, hacia el público consumidor de noticias: Entra en las salas, cocinas y dormitorios de los domicilios, y dice lo que le viene en gana, sin que nadie tenga la posibilidad de la réplica.
  Los responsables de los medios, alegan que los video-oyentes tienen la posibilidad de cambiar de estación o apagar los receptores. Esta alegación, no deja de ser una impocisión solapada. Porque las personas que quieren estar informadas, desean noticias objetivas, sinceras, plurales y reales. No quieren las opiniones de los informativistas - verbales o gesticulares, pues algunos gestos, muchas veces dicen más que las palabras  - , para eso están los programas periodísticos y de opinión, los cuales, sí son pasibles de ser elegidos, según la orientación ideológica que cada uno tenga.
   No se dejen confundir por la estigmatizada frase Libertad de Expresión, la mayoría de las veces es usada para generar un impacto negativo, en defensa de sus arbitraridades de inducción ideológica. No debemos confundir Libertad, con Libertinaje proposital.
   Quiénes le dan un voto de credibilidad a la S.I.P. (Sociedad Interamicana de Prensa), a la A.I.R. y a Sras. y Sres. como la representante Ana María Urrutia, gasten un poco de tiempo y paciencia, en bucear por la Prensa oral, visual y escrita, de la oposición de los paises por ella nombrados, y por los del resto de nuestra América Sureña. La conclusión que extraigan de ese buceo, podrá ser muy vario-pinta, pero nunca condenatoria de la Libertad de Expresión Mediática y social. A menos, claro está, que la necedad obscurezca el sentido común.
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   Walter E. Carena
   Twitter: @wcarena