Corea del Norte vs USA: Se le destapó el tarro a EEUU.
El plan de Washington para provocar a Corea del Norte
Nota del suplemento Bitácora.
Por Stephen Gowans (*)
En un artículo de The Wall Street Journal del 3 de abril titulado
EE.UU. reduce su demostración de fuerza en Corea , los periodistas Adam
Entous y Julian E. Barnes revelaron que la Casa Blanca aprobó un
detallado plan, denominado the playbook , para aumentar la tensión con
Corea del Norte durante las maniobras conjuntas del Pentágono con Corea
del Sur.
Las maniobras, que todavía continúan e
involucran el envío de una cantidad considerable de sofisticado
equipamiento militar estadounidense a corta distancia de Corea del
Norte ya constituyen una fuente de considerable tensión en Pyongyang y
representan lo que el especialista en Corea, Tim Beal, llama guerra
sub-crítica .
Las maniobras, de dos meses, dirigidas contra la República
Democrática Popular de Corea y realizadas cerca de allí, obligan a las
fuerzas armadas norcoreanas a entrar en estado de alerta, una situación
agotadora y terriblemente costosa para un pequeño país cuya economía
ya está dañada por amplias sanciones. Corea del Norte estima que las
sanciones y la agresión militar de EE.UU. han causado un daño
incalculable a su economía (1).
El playbook fue desarrollado por el Comando Pacífico del Pentágono
para aumentar las maniobras que comenzaron a principios de marzo y se
discutió en varias reuniones de alto nivel en la Casa Blanca, según los
periodistas del Wall Street Journal. El plan preveía vuelos a baja
altitud de bombarderos B-52 sobre la península coreana, que tuvieron
lugar el 8 de marzo. Unas semanas después dos bombarderos B-2 con
capacidad nuclear lanzaron cargas ficticias sobre una instalación de
misiles sudcoreana. Los vuelos se realizaron deliberadamente a plena
luz del día a baja altitud, según un funcionario de la defensa de
EE.UU., para producir el efecto amenazador deseado. Podríamos volar de
noche, pero la idea era que lo vieran (2). Hace unos días, el
Pentágono envió dos aviones de guerra de alta tecnología F-22 a Corea
del Sur, también como parte del plan playbook para intimidar a
Pyongyang.
Según Entous y Barnes, la Casa Blanca sabía que los norcoreanos
reaccionarían con la amenaza de tomar represalias contra EE.UU. y Corea
del Sur.
En un artículo del 29 de marzo, Barnes escribió que funcionarios de
la defensa reconocieron que los oficiales militares norcoreanos están
particularmente agitados por los vuelos de bombarderos debido al
recuerdo de la destrucción causada desde el aire en la Guerra de Corea
(3). En aquella guerra, la Fuerza Aérea de EE.UU. demolió todos los
objetivos de más de un piso. También lanzó más napalm del que lanzó
después en Vietnam (4).
La realidad, por lo tanto, es exactamente contraria la narrativa
formulada en los medios de masa occidentales. Washington no ha
reaccionado ante la beligerancia y las provocaciones norcoreanas con una
demostración de fuerza. Al contrario, Washington planificó
deliberadamente una demostración de fuerza con el fin de suscitar una
furiosa reacción norcoreana, que entonces se calificó de beligerancia
y provocación . Las provocaciones, planificadas de modo frío y
calculado, procedieron de Washington. Las reacciones de Corea del Norte
han sido defensivas.
Ante la necesidad de explicar por qué Corea del Norte, un cero a la
izquierda en comparación con EE.UU., provocaría deliberadamente a un
coloso militar, los periodistas occidentales, citando a analistas
anónimos, han urdido una risible ficción sobre el uso de las amenazas
militares de Pyongyang como una carta de cambio para conseguir ayuda de
Occidente, como refuerzo para su tambaleante economía mal administrada
. El papel de las sanciones y de la incesante amenaza de intervención
militar de EE.UU. se deja de lado como explicación de las dificultades
económicas de Corea del Norte.
Sin embargo, las revelaciones de Entous y Barnes hacen que ahora la
historia sea menos verosímil. Los norcoreanos no han desarrollado un
programa nuclear, no han invertido dinero en sus fuerzas armadas y no
han reafirmado su decisión de enfrentarse directamente a la agresión de
EE.UU. y Corea del Sur para mendigar ayuda de Washington. Lo han hecho
para defenderse de provocaciones fríamente calculadas.
Según miembros de la redacción del Wall Street Journal, la Casa
Blanca ha reducido sus provocaciones por el momento, por temor a que
puedan conducir a un error de cálculo norcoreano. En lenguaje directo
y callejero, Washington desafió a Corea del Norte a un "juego de
gallina" y lo interrumpió cuando quedó claro que no se desarrollaría
según sus intenciones.
Notas
(1) Según la Agencia Central Coreana de Noticias, 26 de marzo de
2013, el daño humano y material causado a la RDPC hasta 2005 totalizó
64.959.854 millones de dólares estadounidenses .
(2) Jay Solomon, Julian E. Barnes and Alastair Gale, North Korea warned , The Wall Street Journal, 29 de marzo de 2013.
(3) Julian E. Barnes, U.S. pledges further show of force in Korea , The Wall Street journal, 29 de marzo de 2013.
(4) Bruce Cumings. The Korean War: A History. Modern Library. 2010.
Publicado por Global Research
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
gowans.wordpress.com
Fuente: http://www.globalresearch.ca/washingtons-playbook-for-provoking-north-korea/5329905
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