jueves, 14 de febrero de 2013

Entendamos porqué Chile, Perú y Colombia insisten en el no-alineamiento ideológico con el resto de Sudamérica.
(Artículo transcripto del semanario Bitácora de Uruguay -  Lunes 11 de febrero de 2013. Año XII - Nº 502 ) Mi opinión debajo de los tres asteriscos.

América Latina: el ''cisma del Pacífico''


Por José Luis Fiori (*)  

Promovido por México, Chile, Perú y Colombia el cisma del Pacífico tiene más importancia ideológica que económica dentro de América del Sur. Políticamente se trata de una pequeña franja del proyecto Obama de creación de un área de reafirmación del poder norteamericano en el Pacífico.

Brasil era naturalmente el líder, hoy la cosa es  muy complicada. El continente se dividió, está el Arco del Pacífico Entonces de alguna manera perdemos nuestra relevancia política en el continente que era incontestable. Nunca llegamos a pensar una negociación a fondo con los Estados Unidos, siempre tuvimos miedo .  F.H. Cardoso, Valor Económico, 30 de noviembre de 2012.
En la historia del desarrollo sudamericano después de la II Guerra Mundial -, el proyecto de integración del continente nunca fue una política de Estado, yendo y viniendo a través del tiempo como si fuese una utopía estacional que se fortalece o debilita dependiendo de las fluctuaciones de la economía mundial y de los cambios de gobierno dentro de la propia América del Sur. Durante la primera década del Siglo XXI los nuevos gobiernos de izquierda del continente, sumados al crecimiento generalizado de la economía mundial entre 2001 y 2008 reavivaron y fortalecieron el proyecto integracionista en particular el Mercosur, liderado por Brasil y por Argentina.
Después de la crisis de 2008, mientras tanto, ese escenario cambió: América del Sur se recuperó rápidamente, empujada por el crecimiento chino, pero este éxito de corto plazo trajo de vuelta y viene agudizando algunas de las características seculares de la economía sudamericana, que siempre obstaculizaron y dificultaron el proyecto de integración, como el hecho de ser una sumatoria de economías primario-exportadoras paralelas y orientadas por los mercados externos.
Esta situación de desaceleración o impasse del proyecto brasileño · de integración sudamericana explica, en parte, el entusiasmo de la gran prensa económica internacional y el éxito entre los ideólogos neoliberales latinoamericanos de la nueva Alianza del Pacífico ,  bloque comercial competidor del Mercosur inaugurado por la Declaración de Lima de abril de 2011 y sacramentado por El Acuerdo Marco de Antofagasta , firmado en junio de 2012 por Perú, Chile, Colombia y México. Cuatro países con economías exportadoras de petróleo o minerales y adeptos al libre comercio y a las políticas económicas ortodoxas. El entusiasmo ideológico o geopolítico, entretanto, encubre a veces algunos hechos y datos elementales.
El primero es que los cuatro miembros de la nueva alianza ya habían firmado acuerdos previos de libre comercio con Estados Unidos y con un gran número de países asiáticos. El segundo y más importante es que México pertenece geográficamente a la América del Norte y que desde su incorporación al NAFTA  (TLCAN), en 1994, se transformó en un pedazo inseparable de la economía estadounidense y también en el territorio ocupado por la guerra entre los grandes carteles de la droga que ofrecen cocaína a la sociedad norteamericana, llegada en buena parte, exactamente del Perú y Colombia. En tercer lugar, los tres países sudamericanos que forman parte del nuevo bloque tienen territorios aislados por montañas y florestas tropicales y sus economías costeras de exportación son pequeñas o medianas, con escasísimos relacionamiento comercial entre sí o con México.
Chile es el único de estos tres países que posee un clima templado y tierras productivas, pero es uno de los países mas aislados del mundo  y es casi irrelevante para la economía sudamericana. La suma del PIB de los tres es cercana a los 800 mil millones de dólares, menos de 1/3 del producto interno bruto brasileño, y menos de ¼ del PIB del Mercosur. Además de esto, el crecimiento económico reciente de Chile, Perú y Colombia fue casi igual al de Ecuador y Bolivia, que también son andinos, no pertenecen al nuevo bloque, se oponen a las políticas y reformas neoliberales y deben ingresar pronto al Mercosur, como ya pasó con Venezuela.
Concluyendo, se puede decir con toda certeza que este cisma del Pacífico tiene más importancia ideológica que económica dentro de América del Sur y sería casi insignificante políticamente si no fuese por el hecho de tratarse de una pequeña franja del proyecto Obama de creación de la Trans-Pacific Economic Partnership (TPP), pieza central de su política de reafirmación del poder económico y militar norteamericano en la región del Pacífico. Desde 2010 el presidente Barack Obama viene insistiendo en la tecla de que los EE.UU. son una nación del Pacífico que se propone ejercer un papel central y de largo plazo en el control geopolítico y económico de los dos lados del Pacífico, en el Océano Índico y en el sur de Asia.
En este sentido es preciso tener claro que la inclusión de Brasil en este nuevo arco del Pacífico implica una opción por la condición de periferia de lujo del sistema económico mundial y también significa, en última instancia, apoyar y participar de la estrategia norteamericana de poder global, al mismo tiempo que de una disputa regional entre los EE.UU., Japón y China por la hegemonía del este asiático y del pacífico Sur. Según el Foreing Affairs, if the negociations be fruits the TPP will add billions to The U.S. economy and solidify Washington´s political, financial, and  military commitment to the Pacific for decades to come (july/august 2012; p.22) [Si las negociaciones del TPP fructifican sumarán miles de millones a la economía de los EE.UU. y consolidarán por décadas el compromiso político, financiero y militar de Washington en el Pacífico].

(*) José Luis Fiori , miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO, es profesor de política económica en la Universidad Federal de Río de Janeiro.
Traducción para www.sinpermiso.info: Carlos Abel Suárez

                                

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   Finalmente, deja de ser una de mis conjeturas - la cual ya expresé en uno de mis spots (http://unisudamericana.blogspot.com.br/2012/12/correa-el-unificador-diplomatico.html) - para convertirse en una realidad, producto de análisis concienzudamente elaborados por prestigiosos periodistas y el benemérito profesor, autor de esta nota. Estas tres naciones sudamericanas, sufren la dependencia político-económica de los pulpos gigantes de América del Norte y Asia. Por tal motivo, parecería no ser fácil conjeturar que en un futuro cercano logren independencia suficiente para integrar ideológicamente el bloque hegemónico de la Patria Grande.

  Todo parece indicar, que estos "pulpos" se andan rugiendo de manera cada vez más feroz, pues la pulseada por el dominiodel Pacífico Sur, no alivia su tensión. Existen intereses muy poderosos - unos aparentemente legales, y muchos claramente ilegales -  por parte de las potencias en disputa. Aparecen como aquellos films hollywoodenses en los que bandas mafiosas rivales, se disputaban a plomo candente los territorios estratégicos para los buenos "negocios".  No sería descabellado, llegar a la conclusión de que podría desencadenarse un conflicto de proporciones inimaginables entre ellos, pues el Océano Pacífico Sur es absolutamente relevante para quiénes ambicionan tener total control de sus aguas en el litoral sudamericano.

  Tal vez sea la única forma de lograr que futuros (o actuales) gobernantes de estos países americanos se sientan motivados a alinearse ideológicamente con sus hermanos vecinos, para sumar fuerzas suficientes y no ser víctimas de los Efectos Colaterales de dicho conflicto.

   

   Walter E. Carena

   Twitter: @wcarena  

   


 

 

 


martes, 12 de febrero de 2013

Europa finge Socialismo para mitigar crisis y acusaciones de corrupción. (Video de Beatriz Talegón)
  Esta joven mujer española, merece que me salga de nuestro continente para crear un post en su homenaje.
 

 No sería una excepción, si ella fuera Latinoamericana, pues hace más de medio siglo que por estas bandas, nuestras mujeres revolucionarias han demostrado siempre tener ese coraje revolucionario, y mucho más aún - combatiendo a fuego y plomo en defensa de intereses sociales y no individuales; dejando sus cuerpos masacrados por el camino de las batallas interminables, pero sus espíritus siempre presentes, para guiar a sus sucesoras en pro del triunfo -. Es una excepción, porque surge desde las tripas de uno de los monstruos imperialistas, gritándoles a la cara que la hipocresía ya no tiene lugar, que la juventud ha despertado su rebeldía adormecida, que el Status Quo no forma parte del verdadero Socialismo, que quiénes hoy se dicen socialistas y viajan en limousinas y se reúnen en hoteles 5 estrellas, no son otra cosa que hipócritas - lobos disfrazados de abuelitas -, cuyos objetivos no son, ni serán solidarios, socialistas, humanistas ni legítimos.
  Continúan subestimando a los jóvenes, a los ancianos, a los trabajadores y amas de casa, creyéndolos estúpidos. Como si el hecho de pertenecer a las clases político-aristocráticas, sea sinónimo de superioridad intelectual. ¿Cómo pueden sentirse superiores a alguien, si todavía conservan un arcaico régimen monárquico? ¿Cómo sentirse superiores si fueron ellos que, obedeciendo las órdenes del máximo poder más odiado del planeta, destruyeron a sus propios países y a su propio pueblo? ¿Cómo sentirse superiores, si ahora no tienen ni idea de como salir del berenjenal en que se metieron?
  Esta joven mujer española esta sembrando - con su valiente discurso - la semilla de la revolución socialista en las tierras roturadas europeas. Futuramente, se irán sumando voces y gritos de igual tenor, brotarán como la cosecha de esa semilla, y cual vegetación trepadera, ahogarán al capitalismo fracasado que se resiste a morir.
  Las acusaciones de corrupción hacia Rajoy, son apenas una muestra de un sistema que se tambalea. Ya lloverán acusaciones mútuas, las que en su mayoría nunca serán probadas, pero servirán como cortina de humo para ocultar escándalos envolviendo a los líderes más connotados de la península ibérica. La casa se caerá, pero en su sótano sobrevivrán escondidos los verdaderos culpables de su derrumbe.
 
   

  Walter E. Carena
  Twitter: @wcarena
 
 



Argentina enfrenta "Operación Cóndor" de los dueños de Medios de Comunicación.
  Entienda qué está en juego con la Ley de Medios y porqué su ejemplo despierta la ira  de los principales monopolios de comunicación de América Latina.

 
Artículo transcripto de la revista mensual Caros Amigos de Brasil.
Por Débora Prado.*
  La pulseada entre el gobierno de la presidenta Cristina Fernádez de Kirchner y el grupo Clarín, en Argentina, encendió la señal de alerta de los grandes monopolios de los medios en toda América Latina. En una especie de "Operación Cóndor" mediática, los conglomerados de comunicación coordenan los argumentos y tácticas de una campaña contra la Ley de Medios, que causaría envidia al más astuto enviado especial de Miami para descalificar subversivos en los tiempos de la guerra fría. 
 Estas empresas, tienen una dimensión de que no hay poca cosa en juego: el ejemplo peligroso puede provar, de una vez por todas, que es posible aprobar e implementar una legislación anti-monopólica, democrática y participativa el marco del Estado de Derecho. Esto significa romper con una triste tradición histórica en América Latina: la de la concentración y control de las comunicaciones por grupos poderosos que se imaginan intocables.
  El gran argumento para defender sus privilegios es viejo y conocido: se acusa de sensura cualquier tentativa de regular la actividad en el campo de las comunicaciones. Tan útil como cínico, el argumento se vale del trauma causado por el cercenamiento a la libertad de expresión característico de las Dictaduras Militares para garantizar, justamente, que las leyes concentradoras y anti-democráticas implementadas por los régimenes de diferentes países en los años de plomo, permanezcan como una herencia maldita cristalizada por la eternidad.
  Conocida como la Ley de Medios, la nueva regulación en Argentina es fruto de un largo proceso de debates y movilizaciones de entidades y organizaciones de la sociedad civil pro-democratización de las comunicaciones. El proceso que desencadenó la formulación del marco regulatorio es tan importante como su contenido, pues está mucho más allá de cualquier avaliación que se pueda hacer del gobierno de Cristina Kirchner. Y, no por casualidad, ese proceso viene siendo omitido en los ataques a la Ley de Medios, noticiada por la gran prensa de diferentes paises con tonos de comedia: de un lado la presidenta - mesiánica o autoritaria - y del otro, el mayor grupo de comunicación argentino, que se apropia de la función de interepétre de la opinión pública.
  Ley de Medios.
   Promulgada en 2009, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, conocida como Ley de Medios, reglamenta los medios en Argentina, considerada por instituciones internacionales  como un modelo de avance en ese frente, conforme apuntó el relator especial de la ONU para la Libertad de Opinión y Expresión, Frank La Rue, que declaró públicamente considerarla  "un modelo para todo el continente y para otras regiones del mundo" y añadió: "ella es importante porque los principios de la diversidad de medios de comunicación y de pluralismo de ideas, es fundamental para la libertad de expresión" .
  Ella es el fruto de una movilización de la sociedad civil organizada que, en 2004, se unió en torno de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, congregación de medios comunitarios, populares y alternativos argentinos. Fue justamente esa coalición que formuló buena parte de los criterios que constan  en la ley aprobada por el gobierno.
  El profesor Dênis de Moraes relata que la presidenta se reunía semanalmente en la Casa Rosada, en audiencias públicas, para oir separadamente  a todos los sectores sociales envueltos en la problemática de la comunicación. "Los primeros a ser recibidos fueron los empresarios de los grandes medios. Después, sucesivamente, Cristina dialogó con la Iglesia, con los movimientos sindicales, con las centrales obreras, con las direcciones académicas, con las Universidades, con asociacioens de profesionales - en fin, un amplio espectro de consultas para llegar a la elaboración de un ante-proyecto de ley, que se basó, por su vez, en 21 puntos de los presentados por la Coalición, después de un conjunto enorme de discuciones y asambleas ciudadanas", cuenta.
  Entre ellos, está la reorganización de la concesión radiofónica y audiovisual, buscando impedir monopolios y resdistribuir el espectro. El espectro electromagnético es necesario para las transmisiones de radio y televisión, y tiene capacidad limitada. Él es considerado un espacio público por la constitución de diversos países, como Argentina y hasta el propio Brasil y, por eso, su uso por un determinado grupo, es hecho via concesión y pasa por la reglamentación y regulación estatal.
  En la práctica, después de la aprobación de la Ley de Medios, las empresas en la Argentina tendrían que liberar el exceso de concesiones que poseen - fruto de un proceso de concentración histórico del espectro que se fue ampliando con la introducción de la tecnología digital.
  Al mismo tiempo, nuevos actores sociales pasarían a tener acceso a las licencias para explotar la radiodifusión, ya que que el marco prevee la división igualitaria de las concesiones de radio y televisión entre medios públicos, privados o socio-comunitarios. Herencia del período dictatorial, la ley anterior , de 1980,  establecía límites a la libertad de expresión al condicionarlas a las llamadas "necesidades de seguridad nacional" y trataba la comunicación como negocio, o sea, restricta a entidades con fines lucrativos, conforme apunta Helena Martins, periodista que acompañó el proceso argentino, en un artículo para el Observatorio del Derecho a la Comunicación. "Eso significa que sindicatos, cooperativas, asociaciones comunitarias e otros grupos estaban termimantemente excluidos  del acceso a los medios, ambientes privilegiados para la disputa de ideas en la sociedad contemporánea", afirma.
  Concretamente, el grupo Clarín, por ejemplo, en vez de las 240 concesiones en el sistema de cable, nueve radios AM, una FM y cuatro canales de televisión abierta que posee hoy, pasaría a tener 24 licencias de TV por cable, diez de radio y una de TV abierta, conforme contabiliza la periodista. El gran impacto sería justamente en el área de la TV por cable, uno de los principales filones lucrativos de Clarín. En los primeros nueve meses de 2012, por ejemplo, el segmento de televisón por cable y acceso a Internet representó, nada más, ni nada menos que el 62,5%  de la ganancia líquida de 8,1 mil millones de pesos alcanzada por la empresa.
 Táctica de Clarín.
  La batalla de Clarín contra la reglamentación y regulación, está trabada en el campo judicial argentino e ideológico latinoamericano. Delante de los grandes intereses en juego, el grupo intenta trabar la aplicación de la ley en la justicia. Hasta aquí, tuvo éxito usando una medida cautelar que impide que se aplique la Ley de Medios hasta que sea juzgada una acción de inconstitucionalidad propuesta por sus abogados.
  La medida cautelar tuvo, inicialmente, validad establecida por la Suprema Corte del país hasta el día 7 de diciembre del año pasado, que quedó marcado como el 7D - fecha en que las licencias de servicios no adecuadas a la norma podrían ser transferidas, y que fue usada como símbolo por los defensores de la democratización de las comunicaciones en la región.
  Cercano al 7D, no obstante, los jueces de la Cámara Civil y Comercial Federal, Francisco de las Carreras y María Susana Najurieta, prorrogaran la medida cautelar y dieron nuevo aliento para que Clarín defendiera su monopolio. En el round siguiente, el juez argentino Horacio Alfonso dio la causa ganada al gobierno y declaró la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual - lo que revocaría la medida cautelar obtenida por el grupo Clarín.
  Con todo eso, en el día 7 de diciembre, Martín Sabattella, el presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual Argentina (AFSCA) - órgano creado por la ley para reglamentar el sector - notificó el grupo y comenzó a contar un plazo de 100 días hábiles para el remate compulsivo de las licencias excedentes del grupo.
  "Después viene todo el proceso de clasificación; la selección de las licencias y de los bienes involucrados en el funcionamiento de las mismas; el concurso, la adjudicación y el traspaso de la licencia al nuevo titular", enumeró Sabattella en entrevista al diario argentino Página /12. El Clarín recurrió, entonces, a la sentencia del juez Horacio Alfonso, y el mismo determinó que el gobierno esperase la apreciación de la cuestión en las otras instancias antes de iniciar ese proceso.
  En este escenario, los primeros meses de 2013 prometen ser tan intensos en la batalla judicial, como al final del año pasado. Mientras tanto, personas y entidades involucradas en la democratización de las comunicaciones alargan la fila de los que defienden la legitimidad y el legado del marco regulatorio. Es el caso del profesor del Centro de Estudios y Medios de la Universidad Federal Fluminense (UFF) Dênis de Moraes, que defiende: "La Ley de Medios no es el resultado de una voluntad política exclusiva de la presidenta,  ni de su base de apoyo parlamentar, ella resulta de un proceso de movilización que terminó convenciendo a la misma Cristina, a dedicarse de lleno al asunto y  movilizar a todos los medios disponibles para viabilizar la construcción de otro proyecto que reflejase mínimamente avances civilizatorios para el derecho humano y la comunicación. 
  Para él, la Ley de Medios es un avance que sobrepasa los límites de Argentina y alcanza a toda América Latina, sobretodo en los países en que la concentración monopólica de los medios, es un flagelo. "Como es el caso de Brasil, que ya ultrapasó la situación de problema nacional, es un caso de flagelo social, quiere decir, es el más atrasado  y anacrónico sistema de comunicación de América del Sur. Argentina dio un ejemplo fundamental, ya que la ley no resultó de ningún golpe de Estado o de la movilización de las FFAA, ella resultó de la voluntad soberana del Congreso Nacional  argentino", destaca.

Rompiendo barreras.
  La concentración de los medios en América Latina es un legado histórico, que se agravó con las Dictaduras Militares implementadas en los años 1960 y 1970. Los regímenes tuvieron como efecto perverso para las comunicaciones, el fortalecimiento de los grupos monopólicos de medios que los apoyaban. "Los intereses se alineaban: las dictaduras necesitaban de canales ideológicos para mantenerse persuasivas, y los grupos necesitaban fortalecerse, Recibieron, a cambio del apoyo, un número absurdo de canales de TV y toda suerte de regalías, como exoneraciones fiscales, generando distorciones hasta el día de hoy", caracteriza Dênis de Moraes.
  Para romper las barreras colocadas históricamente, es necesario no solo la formulación de un marco regulatorio avanzado, sino también que haya voluntad política, respaldo popular y comprometimiento institucional para implementarlo. "Argentina es un caso elocuente, porque el gobierno decidió tener ese compromiso institucional y la voluntad política, para poder poner la ley aprobada en el Congreso Nacional, en vigencia. Eso es fundamental, porque en otros gobiernos latinoamericanos, incluso algunos progresistas, no hay esa falta de miedo a los grandes medios de comunicación", apunta el profesor.
  Comprar esa pelea no es tarea fácil. Para tal cosa, es necesario empeñar esfuerzos para convencer a la opinión pública sobre la importancia de la comunicación en la vida social contemporánea. "Lo que es bastante difícil, en la medida en que los principales canales de comunicación con las masas, está bajo el control estricto de monopolios privados, que de ninguna forma quieren poner a discución todas esas cuestiones. Por el contrario, ellos crean una serie de argumentos falaces y de mentiras para atacar a los cuatro gobiernos latinoamericanos que decidieron enfrentar ese proceso histórico de concentración - Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador", complementa Moraes.
  El ejemplo de esos países demuestra la posiblidad concreta de sobrepasar los muros de los medios y ampliar ese debate como un todo.  "La diferencia en el Brasil es un problema de la inmovilidad e inercia gubernamental. El gobierno que está ahí, hace diez años, no hizo absolutamente nada para democratizar el sistema anacrónico que  tenemos.", lamenta el profesor de la UFF.
  "Nosotros necesitamos convencer a la populación de que los medios no son la TV Globo, es un sistema articulado de medios de comunicación. Precisamos demostrar que nadie quiere sacar las novelas del aire, pues son lo que las personas quieren ver, no queremos que los noticieros dejen de tener sus editoriales para poner sus opiniones, ellos también son agentes de formación de valores y de mentalidad, el problema es que ellos quieren ser los únicos - lo que dificulta que otras voces se expresen en la misma proporción y con las mismas posibilidades de canales", apunta.   

 Más allá de la radiodifusión.
Algunos desdoblamientos de la Ley de Medios en Argentina.
 * TV Wallkintun de Bariloche: lanzado en diciembre de 2012 como el primer canal destinado a los pueblos originales de Argentina, tiene contenido multicultural producido por una cooperativa de audiovisuales de la comunidad Mapuche de Bariloche.
*  Programa Fútbol para Todos: terminó con el control sobre las transmisiones de 1ª división de la Liga Argentina por parte de T yC Sports, TV del grupo Clarín, determinando que todos los partidos sean transmitidos por la TV abierta y de manera gratuita.
* Papel Prensa: intento de avanzar hacia la regulación estatal  en la impresión. El gobierno intenta ahora acabar con el monopolio del papel de periódicos. La principal fábrica productora de papel para periódicos del país, Papel Prensa, fue apropiada de manera ilegal por una sociedad  de los diarios Clarín y La Nación durante la Dictadura Militar.
* Periodista

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 El hecho de transcribir este artículo, también expresa mi opinión personal a respecto de los medios de comunicación masiva.
 Se me hace necesario recordar que en Brasil, el poder de la oligarquía mediática es de tal magnitud, que la señal televisiva venezolana Telesur.TV(www.telesurtv.net) que ya se emite en casi toda Latinoamérica, no está en ninguno de los canales de TV abierta o por abonados. No obstante, sí se emiten las señales de CNN, RAI, BBC, Señal 1 de España y de algunos  otros paises no luso-parlantes. Esto también demuestra la debilidad del Gobierno izquierdista  del PT.

 Walter E. Carena
 Twitter: @wcarena        
  

domingo, 10 de febrero de 2013

Mujer: tan hermosa, tan poderosa...tan temida!
 
Imágenes extraídas de Google

  Ella, la mujer, que debería ser el referente de la raza humana, ha sido perseguida, cazada, torturada, vejada y asesinada por quién hoy ocupa, irónicamente, la privilegiada posición de referencia de nuestra especie.
  Son muchos los motivos reales, y muchas las falsas verdades, que se han manifestado - y aún hoy, se sostienen con cínicos aires de superioridad - que abundan en manifiestos socio-políticos; artículos de revistas especializadas en Sociología y Antropología; en las innumerables religiones que se han expandido por el globo terrestre; en los libros de historia, antigua y reciente y en todos los partidos políticos no-socialistas, para intentar justificar, esta injusta realidad.  Quién esté pensando en casos extraordinarios de culto a la mujer, debe saber que en el caso de algunas religiones, se rinde culto a imágenes de mujeres, y no a seres vivos. Nunca se vio, salvo en rarísimas excepciones, a mujeres ocupando cargos de alta jerarquía, y cuando lo hicieron, terminaron siendo vilipendiadas por historiadores y líderes religiosos. Recién a partir de la mitad del siglo XX, es que la mujer comienza proyectarse como una moderna revolucionaria social, reivindicando perante la sociedad y las autoridades consecuentes, un lugar de destaque, de reconocimiento y de participación en la política.
    
El valor ignorado de la mujer.


  La hembra de la especie animal, ha sido - y es - quién carga con la mayor y más peligrosa responsabilidad en el núcleo familiar. Con suma valentía e intrepidez, protege su prole y su madriguera  contra cualquier agresor que amenaze su área de influencia, no importando su tamaño y ferocidad. En una considerable proporción de animales (incluyendo en muchos casos, al ser humano), lo debe hacer absolutamente sola, pues su compañero de especie suele alejarse, en busca de otros territorios y otras compañeras, abandonando a la buena de Dios, a su familia y al territorio antes conquistado. Este hecho, por ser tan común, ha perdido, por parte de la sociedad humana, la capacidad de analizar el intrínseco valor que contiene como aptitud femenina. 
  La mujer posee una virtud innata, regalo de La madre Naturaleza, que ha provocado (por increíble que parezca) la envidia disimulada de su compañero de especie: la gravidez. Puede parecer un tanto sensacionalista señalar esa envidia, pero...¿alguien se ha detenido a pensar, qué inconmesurable poder representa el hecho de gestar dentro de su propio organismo, a un ser vivo? El hombre hace su parte - no por obligación, sino por placer - y se recuesta a esperar las consecuencias de sus minutos de desahogo, sin aportar nada más que una micróscopica célula. Ese hecho, la gestación, contiene un poder físico y mental, que macho de ninguna especie podrá nunca igualar; esa nueva vida está dentro de ella, por lo tanto, es la única que tiene poder para continuar, o interrumpir la gestación. En la mayoría de los casos, esos celos pasan inadvertidos para el consciente, quedando profundamente  grabado en el sub-consciente, que transmite su manifestación a través de actitudes y gestos negativos hacia su compañera.

 El temor y la persecución.

  Otro poder casi indestructible, que caracteriza a la mujer, y que ha provocado - y provoca - un terror aparentemente absurdo, visceral e ineludible, es la seducción. Este poder, comenzó siendo parte de los instintos de reproducción y perpetuidad de la especie, transformándose através de generaciones, en un arma letal para conquistar espacios de suma relevancia en la política y en la sociedad de clases, alcanzando, en un sinnúmero de ocasiones, lugares de alto escalón, y jerarquías en la aristocracia y las asociaciones empresariales. 
  No fué producto de la imaginación - como alega el Vaticano y otros líderes religiosos - de Dan Brown, lo expuesto por este investigador incansable de símbolos históricos, en su Best Seller El Código Da Vinci, respecto a María Magdalena. Otros investigadores antes de él, ya habían descubierto a través de papiros, pinturas y escritos de los apóstoles, que la "prostituta" bíblica no era tal cosa, sino todo lo contrario. El pecado de D. Brown, fué convertir esas pruebas seculares en Best Sellers.
   
Dan Brown. Escritor y simbologista  María Magdalena, esposa de Jesús de Nazaret.

 En otras civilizaciones, se desfiguraba el rostro de las adolescentes (bárbaras y africanas) con la estúpida excusa de que debían llevar la marca de su clan, ocultando de esta forma, una buena parte de la seducción de sus mujeres. Los musulmanes,  hindúes, orientales y gitanos, aún utilizan atavíos que cubren por completo la figura feminina, sus contornos armoniosos y sensuales, con el absurdo motivo de mantener las viejas tradiciones. No es necesario profundizar mucho, para darse cuenta de que el verdadero motivo, es el temor que le tienen sus hombres a la seductora belleza de sus miradas y formas físicas, algo que podría desencadenar la pérdida de su propiedad, por si acaso alguien más poderoso que él, caiga rendido a los pies de la dama.

 El Cristianismo ha sido una religión de las más crueles, más temerosas e implacables con la mujer, llegando a la barbarie de quemar vivas, durante siglos, a ciento de miles, en las hogueras de la fatídica y maldita Inquisición. La excusa de los religiosos-intelectuales de la época, siempre fué la misma: Brujerías, satanismos y heregías; apelando al miedo de quiénes carecían de la educación elemental básica, (Cualquier semejanza con los métodos actuales - sensacionalismo mediático- no es casualidad).

     
Imágenes extraídas de Google 

   Aún en nuestros días, el temor a perder sus "propiedades femininas", hace a una gran parte de los hombres, torturar a sus compañeras, primero psicológicamente, para luego partir para la violencia  verbal y física. Por el único motivo de no poder debilitar el poder de seducción, apelan al terror de la humillación, degradación emocional, y en muchos casos, al homicidio.
  No se puede dejar de sentir, por estos infelices individuos, otra cosa que no sea una gran pena, pues están absolutamente contaminados y dominados por el miedo, la envidia y la impotencia.
  Son rehenes de sus propias debilidades, lo que no significa que deban quedar libres de castigo por sus atrocidades.  


Vea también: 
Hombres que golpean mujeres
¿Qué hacer con ellos?
http://unisudamericana.blogspot.com.br/2013/04/hombres-que-golpean-mujeres-que-hacer.html 
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EMOCIONES...
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Walter E. Carena
Twitter: @wcarena  

sábado, 9 de febrero de 2013


La integración de las izquierdas sudamericanas
Es muy alentador el panorama de la unión ideológica y comercial en las naciones de la región.



Un aporte sustancial de Marco Aurelio García 

Las izquierdas en la hora de la integración sudamericana (Copia del suplemento Bitácora de Uruguay - 4/2/2013).

 

 


Marco Aurélio García.

 

Por Niko Schvarz (*)

Organizado por el Instituto Lula, se realizó el 21 de enero en San Pablo un encuentro internacional sobre Perspectivas de la izquierda progresista en Latinoamérica , que agrupó a intelectuales y dirigentes políticos y sociales de la región.

Quizá el evento no trascendió debidamente porque el escenario fue ocupado en esos días por las cumbres de la CELAC y de ésta con la Unión Europea. El hecho es que allí intervino en forma reiterada el ex presidente Lula (previo a su participación en el encuentro internacional de La Habana sobre el equilibrio del mundo), ministros y ex ministros de su gobierno y del de Dilma Rousseff como Celso Amorim y Luciano Coutinho, la filósofa Marilena Chauí y Emir Sader, el destacado economista argentino Aldo Ferrer (Página/12 publicó íntegra su exposición, titulada “Transformaciones de América Latina”), los chilenos Luis Maira y el ex ministro Carlos Ominami, el senador uruguayo Alberto Couriel, representantes de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Perú, entre otros.
Leemos en el mencionado diario argentino: “Hubo un documento de base firmado por Marco Aurelio García, el asesor de relaciones internacionales de la presidencia (de Lula y de Dilma), cuyo fin era el de analizar el despliegue de las izquierdas latinoamericanas en los últimos diez años. Es un documento sucinto y pleno de interés (…) Por los temas que plantea –la pregunta por el post-capitalismo- se convierte en una inusual sinopsis de una antigua y renovada discusión”. Aunque el autor del documento dice que es apenas un disparador para el debate y una invitación a la reflexión, bien vale la pena sintetizar sus ideas esenciales.
Bajo el título “Las izquierdas en la hora de la integración sudamericana”, comienza por establecer que “parte importante de las izquierdas sudamericanas –especialmente en el Cono Sur- fue duramente afectada por la represión impuesta por las dictaduras de la región, en las décadas de los 60, 70 y parte de los 80, en Brasil, Bolivia, Argentina, Uruguay y Chile y Paraguay. La derrota sufrida por las organizaciones de izquierda en ese período fue política, organizativa y, donde ellas recurrieron a la lucha armada, militar. En algunos países –como Argentina y Chile- la represión asumió, en términos absolutos, dimensiones gigantescas, dejando un rastro de millares de muertos, desaparecidos, presos y exiliados”.
Esos regímenes aplicaron políticas económicas conservadoras que expandieron la pobreza, debilitaron a la clase obrera tradicional y a sus organizaciones y, al minimizar el papel del Estado en la economía de acuerdo al recetario del Consenso de Washington, debilitaron el concepto del Estado-Nación y de la soberanía nacional, y en consecuencia de la propia soberanía popular. El debilitamiento de la democracia económica y social debilitó la democracia política.
La hegemonía de las ideas neoliberales en el plano económico en el período de transición hacia la democracia política proyectó personajes siniestros como Carlos Menem en Argentina, Collor de Mello en Brasil y Sánchez de Losada en Bolivia, figuras centrales de un movimiento que integraban también Salinas de Gortari en México, Vargas Llosa o Fujimori en Perú.
La idea de la integración latinoamericana fue sustituida por el proyecto de creación de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsada por Estados Unidos. Las privatizaciones, la desregulación productiva, financiera y del mundo del trabajo se transformaron en términos clave del pensamiento único, que pasó a configurar una nueva propuesta programática de amplia aceptación en los sectores conservadores y, sobre todo, en los medios de comunicación.
Esa ola conservadora fue estimulada, desde luego, por la crisis del modelo nacional-desarrollista en América Latina y, en otro marco, por el colapso del modelo soviético y la deriva de la socialdemocracia europea, así como por los nuevos rumbos de la economía y la política china. Acosadas por la nueva derecha y privadas de los valores clásicos que habían seguido por décadas en el pasado, las izquierdas vivieron una instancia de perplejidad, que afectó incluso a sectores que se habían disociado de una herencia ortodoxa y adoptada una postura crítica al respecto.
El documento pasa luego a examinar el proceso de renacimiento de las izquierdas en la región, que ocurrió esencialmente a partir de los movimientos sociales y sus luchas reivindicativas y de las instancias electorales que comenzaron a desplegar victoriosamente en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Paraguay, y de la evolución del proceso político chileno, todo ello en un plano de “saludable heterogeneidad”, que reflejaba las particularidades de las tradiciones culturales y políticas nacionales que las dictaduras y las políticas neoliberales no habían logrado anular.
Esas luchas tuvieron, no obstante, elementos programáticos comunes. Como dice el texto: “A pesar de esas diferencias, algunos elementos programáticos estuvieron presentes, con distintos enfoques y perspectivas, en los distintos países en todas esas luchas y movimientos: 1) énfasis en las cuestiones sociales, el combate a la pobreza, la exclusión y la desigualdad; 2) democratización del Estado y participación social; 3) defensa de la soberanía nacional; 4) integración sudamericana y latinoamericana, capaz de garantizar a la región un lugar importante en un mundo que vivía (y vive) una intensa y aclarada transformación”.
Examina luego los rasgos generales de la acción de las izquierdas en el gobierno, en los siguientes términos: “En el gobierno, las izquierdas enfatizaron el crecimiento, el combate a la pobreza y la reducción de las desigualdades, por medio de políticas económicas y sociales. Estas últimas dejaron de tener un carácter ‘compensatorio’, como en la agenda conservadora, y pasaron a constituirse en el eje estructural de una nueva política económica. (…) La región logró equilibrio macroeconómico; reducción de las deudas interna y externa, control de la inflación, expansión de las reservas internacionales. La articulación de esos factores provocó una expansión significativa de la economía regional, mejoras sensibles en la situación social y explican el nuevo papel que América del Sur pasó a desempeñar en la economía global, especialmente cuando ésta entró en crisis”.
Esto se reflejó también en el plano institucional. Los gobiernos de izquierda afrontaron constantes procesos electorales y estimularon la creciente participación popular. En la región andina: Venezuela, Bolivia y Ecuador, sobre todo, se situó al orden del día la convocatoria de Asambleas Constituyentes, que ampliaran el espacio público y la base de sustentación gubernamental. En varios casos se refundaron las instituciones.
El éxito de los gobiernos democráticos y populares tuvo un efecto disgregador sobre las oposiciones. En la mayoría de los países las fuerzas tradicionales de la derecha entraron en crisis. Una parte importante de estas fuerzas de oposición asumió posiciones profundamente conservadoras, cuando no golpistas, como aconteció en Venezuela, Honduras y Paraguay. Descalificaron las políticas económicas y sociales de las izquierdas y pasaron a descalificar también las elecciones como proceso de constitución de gobiernos democráticos. Reactivaron sus agendas pro-mercado y desarrollaron una fuerte crítica a las políticas exteriores, especialmente al proceso de integración sudamericana. El papel central de la oposición en la mayoría de los países fue ocupado por los medios de comunicación, que en algunos casos sustituyeron a los partidos conservadores.
El texto ingresa a esta altura a un capítulo de gran actualidad, con esta afirmación: “Los éxitos de las experiencias de gobiernos de izquierda y de centro-izquierda en América del Sur no pueden ocultar, no obstante, sus límites, cuyo examen crítico es fundamental para la continuidad de esas experiencias y, sobre todo, para su profundización”. Se alude, en un inventario de algunas tendencias conflictivas, a “confrontaciones exageradas o conciliaciones innecesarias, voluntarismo o pasividad burocrática, centralismo o basismo”. Tampoco existe una exposición consistente de los procesos políticos en curso en nuestros países.
A falta de ella, las izquierdas corren el riesgo de renunciar a un análisis explicativo de su rica experiencia actual, cayendo en un peligroso empirismo. De diversas formas se encubre la incapacidad de explicar la novedad de la experiencia que se está desarrollando y los problemas a afrontar.
Esta advertencia se refiere no sólo al estudio de las experiencias nacionales, sino también a la necesaria definición del horizonte de los proyectos de integración. Aludiendo a las experiencias de la UNASUR, del ALBA, así como del Arco del Pacífico, que engloban grupos de países con diferentes afinidades político-ideológicas, señala la necesidad de elaborar “una doctrina de integración sudamericana”.
Se entra luego de lleno al gran tema del análisis colectivo de los problemas candentes de la nueva realidad continental. Afirma al respecto: “La superación del tiempo de las Internacionales, como ya lo había constatado el Foro de Sâo Paulo en su fundación en 1990, es necesaria. Ello no significa, empero, abandonar un esfuerzo teórico-político de análisis común de la experiencia, en gran parte exitosa, de reconstrucción de las izquierdas en esta última década”.
Desde luego, ello no significa homogeneizar posiciones, ya que ellas reconocen orígenes y horizontes político-culturales distintos y corresponden a procesos históricos diferenciados. Pero es preciso establecer un debate calificado que, reconociendo las particularidades de cada experiencia nacional, sea capaz de establecer un ideario común a ser compartido. (Ese era precisamente el objetivo del encuentro organizado por el Instituto Lula).
Ello está concebido como una responsabilidad con nuestros pueblos y, a la vez, con sectores de la izquierda de otros continentes que observan con esperanza los avances en América del Sur, mientras en sus países hace estragos la crisis económica, social, política e ideológica.
Una de las paradojas de la situación actual –expresa luego- es que la derrota política y electoral del conservadorismo no está siendo acompañada de igual derrota de muchas de sus ideas, de sus valores y, sobre todo, de sus medios de difusión. “La construcción de una América del Sur post-neoliberal pasa por ese movimiento de reconstrucción teórico-político de las izquierdas”. Sobre esa base se intenta un bosquejo de los caminos de futuro, con sólido punto de apoyo en las realizaciones del presente, y con la vista puesta en un horizonte post-capitalista.
“La crisis de los paradigmas pasados de las izquierdas y los avances de estos últimos años –señala- muestran que, contra las ideas dominantes, debemos afirmar políticas económicas de crecimiento, sustentables económica, social y ambientalmente. Una política económica que apunte a la construcción de una economía post-capitalista. Una reflexión que contribuya a la democratización radical del Estado, para la ampliación del espacio público y la socialización de la política. Debemos construir una democracia política cimentada en la más amplia participación de hombres y mujeres en la vida política, en una sociedad plural, respetuosa de la ley, de los derechos humanos, creadora de derechos, capaz de asegurar la libertad de organización y de expresión. Una sociedad solidaria, laica y de paz, que socialice los bienes culturales y las oportunidades, que valorice su diversidad étnica”.
Las experiencias en curso en América del Sur muestran que ya hay importantes contribuciones en ese sentido, que deben ser rescatadas. Los mecanismos de articulación que se sigan construyendo, junto a los ya existentes, permitirán a las izquierdas saldar esa deuda pendiente.
De ahí la conclusión: “Nuestra agenda deberá abarcar, entre otros puntos, la construcción de la narrativa de las experiencias en curso; la reconstrucción de un discurso económico y social; repensar la democracia más allá de los cánones liberales; la integración de la región y su inserción en el mundo y, finalmente, la reconstrucción del horizonte socialista”. Para la izquierda es ésta, sin duda, la tarea fundamental de la hora presente.
 
(*) Periodista

  Walter E. Carena
  Twitter: @wcarena