sábado, 22 de septiembre de 2012



¿Paz?...Ironías de un presunto acuerdo.

  Por Rubén Zamora Interesantes polémicas agrian el debate entre los mayores exponentes del modelo neoliberal. Nada sustantivo para los intereses de la patria,cosa de ambiciones caudillistas por los beneficios sustraídos...   De principio a fin, el entorno de El Mono Jojoy giró siempre alrededor de la grandeza, lo cual se evidenciaba hasta en sus más pequeñas acciones. Por Gabriel Ángel En...      Colombia.

Es muy difícil, para quiénes lo vemos desde afuera, entender qué es lo que pretende el Presidente Juan M. Santos con el diálogo de Habana - Oslo, por la presunta intención de acuerdos de paz entre su Gobierno y las FARC-EP.
Es difícil, por que cuesta comprender, que sentarse a conversar de paz mientras suenan obuses y disparos; vuelan rasantes, los cazas de combate buscando blancos guerrilleros; y paramilitares de dudosa ideología patriótica, se pavonean por las aldeas campesinas sembrando terror, y profiriendo  angustiosas amenazas a indefensos campesinos, que ni siquiera entienden qué es lo que ocurre, nos parece por lo menos, irónico.
Hay quién sostiene que Santos pretende hacer creer, que él quiere imponer el cese de las hostilidades a como dé lugar, por las buenas o por las malas. De eso dependería su re-elección. A mí personalmente, me parece un manotón de ahogado de aquél que quiere continuar en el Poder, aún desvalorizando el poder político –bélico, del Ejército insurgente.
Sería interesante, para quiénes desean entender un poco este controvertido dilema, que se detengan a leer y le dediquen unos minutos, a los artículos con que ambas partes nutren a medios colombianos, a saber:
 y de parte del Ejército irregular:
http://www.farc-ep.co/
    
    Sería motivo de orgullo para nuestros países, que la juventud se interesara en este conflicto, sea cual sea su nacionalidad y lugar de residencia. Pues es en la JUVENTUD, que radican las esperanzas de que las generaciones que están llegando, logren lo que nosotros y nuestros abuelos – por más empeño que pusiéramos -, no conseguimos.
    No quiero decir con ello, que les impongamos tal responsabilidad, apenas que en ellos es en quien confiamos, para dar continuidad y esperanza al sueño que todo Sudamericano ha tenido, desde que nos liberamos del Imperio español.
    Pues parece que las Naciones – exceptuando Ecuador-  que tienen costas con el Océano Pacífico, están económicamente - y por ende, políticamente -, dependientemente ligadas a la gran potencia del norte. ¿Y qué tiene eso de malo?  Que a EEUU no le conviene que América del Sur se una en un bloque de corte solidario, humanista, sediento de progreso intelectual, empeñado en combatir la esclavitud del trabajo y de la desigualdad social.
     Un Continente riquísimo, fortalecido por la unión, sería la peor pesadilla de quién desea continuar la explotación que comenzaron los conquistadores en el siglo XVI.
    ¿Y qué tiene que ver Colombia y las FARC con esto? Absolutamente todo. Pues es allí donde se asienta la trinchera avanzada de los EEUU. Es desde esa trinchera, que se destinan las fuerzas políticas para mantener su hegemonía en  el    Pacífico Sudamericano.
     Las Naciones Sudamericanas, están despertando hacia una nueva realidad, una realidad que no puede ser pasajera, no puede durar apenas un par de generaciones, debe ser secular, para que quede arraigado de tal forma, que nunca más, Imperios como el Español, Portugués o EEUUnidense, se atrevan siquiera a pensar en adueñarse de nuestras riquezas.
  Walter E. Carena
  Twitter: @wcarena

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